El huracán Helene provocará ondas de choque en la industria de los semiconductores

Un portavoz de Sibelco dijo: “A partir del 26 de septiembre, hemos detenido temporalmente las operaciones en las instalaciones de Spruce Pine en respuesta a estos desafíos.

“Estamos trabajando estrechamente con nuestro equipo local para reiniciar las operaciones de forma segura tan pronto como podamos y estamos coordinando activamente con las autoridades locales y otros socios para gestionar la situación. Nuestra principal prioridad sigue siendo la salud, la seguridad y el bienestar de nuestros empleados, así como garantizar la seguridad de las instalaciones de Spruce Pine”.

Quartz Corp no respondió de inmediato a la solicitud de comentarios de WIRED.

Publicaciones virales en las redes sociales afirman que debido a las inundaciones, la producción mundial de semiconductores podría detenerse. Este escenario apocalíptico es poco probable, pero los expertos están gravemente preocupados por el impacto que la inundación podría tener en la industria tecnológica y las ramificaciones económicas de las presiones prolongadas en la cadena de suministro causadas por el cierre del sitio.

“La clave no serán sólo las inundaciones, por muy graves que sean”, afirma Chris Hackney, investigador en geografía humana de la Universidad de Newcastle en el Reino Unido. “El daño a la infraestructura (carreteras, transporte, energía y equipos mineros) detendrá la producción por un tiempo. Existe la posibilidad de que se produzcan deslizamientos de tierra”.

Hackney añade que “cualquier interrupción en las cadenas de suministro tendrá un impacto en los precios y la producción de tecnología y productos electrónicos de alta gama”.

Tom Bide, científico principal del Servicio Geológico Británico, cree que es posible que el desastre resulte mínimamente perturbador debido al almacenamiento y otros tipos de trabajo de contingencia.

“El impacto en la industria tecnológica dependerá en gran medida de cuánto tiempo les lleve volver a poner en marcha las operaciones”, afirma. “Es probable que la mayoría de los fabricantes tengan cierto nivel de reservas, por lo que habrá cierta ‘holgura’ en el sistema. Si los problemas son temporales, es posible que esto no tenga ningún efecto perceptible”.

Bide estima que se necesitaría alrededor de un mes para que se sintieran impactos graves.

Otros investigadores, sin embargo, advirtieron que es probable que se produzcan graves costes como consecuencia del desastre. Penn dice que “se sorprendería si no se sintiera un estremecimiento, si no más”.

“Cualquier impacto en cadena en el sector tecnológico global dependerá de la magnitud del daño. Hay pocos datos disponibles públicamente sobre las reservas de HPQ a nivel mundial. Los productos físicos que produce Spruce Pine no se quedan ahí. Se envían a otros países (a menudo Noruega) para las etapas de procesamiento y refinamiento antes de su distribución en todo el mundo”.

Penn, coautor de un artículo de próxima aparición sobre Spruce Pine junto con el investigador independiente Fran Baker Kurdi, le dice a WIRED que es probable que el episodio desencadene impactos climáticos interactivos.

“Me imagino que la industria recurriría al uso de material de menor pureza si realmente hubiera una escasez creciente”, afirma. “Es una pena, ya que los procesos industriales necesarios para purificar el silicio consumen mucha energía y son perjudiciales para el medio ambiente. En otras palabras, este trágico encuentro con la inestabilidad climática en Carolina del Norte podría tener un efecto dominó que exacerbe la inestabilidad climática en otros lugares. Es un círculo vicioso”.

Penn también cita una serie de casos graves de contaminación química en los que Quartz Corp ha estado en el centro en las últimas décadas.

Entre 1981 y 2018, señala, Quartz Corp enfrentó seis casos de infracción por delitos de contaminación, incluidas fugas de sustancias químicas tóxicas. En 2018, la empresa filtró cientos de galones de ácido fluorhídrico en una cuenca fluvial cercana. La descarga provocó la muerte de peces y fue una de una serie de violaciones de las reglas del agua que Quartz Corp ha cometido durante la última década, algunas de las cuales han resultado en multas.

“Una lección que podemos aprender de esto es que un futuro de ‘IA’ no es inevitable”, añade Penn. “Incluso si Spruce Pine persiste intacto, el daño causado a las comunidades locales es un claro recordatorio de la necesidad de asumir compromisos de infraestructura que se sincronicen con las ecologías en lugar de trabajar en su contra.

“Temo que las inversiones en IA y la inestabilidad climática estén en curso de colisión. Esta puede ser la primera pieza de dominó que caiga”.

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