Por BAGEHOT
La mañana del 24 de enero, el Tribunal Supremo dictaminó que el gobierno británico tiene que someter a votación en el Parlamento el artículo 50 (el proceso formal de dos años por el que Gran Bretaña abandonará la Unión Europea). Nunca debió haber llegado a este punto. El verano pasado, los partidarios del Brexit ganaron el referéndum sobre la UE prometiendo devolver la soberanía a Westminster. Fue una vil decisión de Theresa May intentar eludir a los legisladores, y un error estratégico perder el tiempo apelando el fallo de diciembre del Tribunal Supremo, que ahora el Tribunal Supremo ha confirmado sin tapujos.