Si no fuera por el hecho de que sigue ganando cada vez, tal vez podrías convencerte a ti mismo de que el campeón de peso mediano de UFC, Dricus du Plessis, no es un gran peleador.
Si solo te basaras en su apariencia, tal vez. Si solo miraras las primeras partes de sus peleas, como cuando estaba ahí afuera arremetiendo contra Israel Adesanya en el evento principal de UFC 305. O incluso más tarde, cuando le estaban ablandando las costillas a puñetazos y patadas mientras parecía un hombre que deseaba poder pedir tiempo fuera y sentarse un rato. Entonces se te perdonaría por pensar que este tipo estaba lejos de ser el mejor peso mediano del mundo.
Pero si sigues observando, tarde o temprano encontrará la manera de ganar. Contra Adesanya, el campeón solo necesitó una pequeña apertura que le proporcionó un lapsus defensivo momentáneo. Y aunque momentos antes lucía cansado y agotado, luchando a regañadientes por ponerse de pie y pelear, cuando llegó su momento, du Plessis saltó sobre la espalda de Adesanya y apretó el estrangulamiento para forzar la rendición al final del cuarto asalto.
Con esto, Du Plessis ha vencido a (casi) todos los que han tenido el cinturón de peso mediano de UFC en cualquier momento de los últimos siete años. La única excepción es Alex Pereira, quien tuvo el cinturón por menos de seis meses y desde entonces ha ascendido al peso semipesado.
Ahora, después de sólo ocho peleas y apenas cuatro años completos en la UFC, du Plessis ha llegado a la cima de la montaña y se ha quedado al menos el tiempo suficiente para echar un buen vistazo a su alrededor. En ningún momento ha parecido dominante o invulnerable. En algunos puntos, su éxito ni siquiera parece tener sentido. Aun así, existe, tan desconcertantemente inevitable como cualquier otra paradoja del universo conocido.
Independientemente de lo que pensemos de su éxito o de cuánto tiempo pueda durar, tenemos que admitir finalmente que Du Plessis merece ese título que lleva en la cintura. Si no lo hiciera, alguien ya lo habría vencido. Y al menos durante su tiempo en la UFC, eso simplemente no ha sucedido. Puede que no seamos capaces de entender cómo sigue ganando estas peleas, pero tal vez no tengamos que hacerlo. Los hechos hablan por sí solos y son innegables.
En cuanto a lo que debería venir a continuación, es un poco más complicado. Sean Strickland, que se tomó un café con el cinturón de peso mediano antes de perderlo ante du Plessis a principios de este año, cree que debería ser el siguiente en la lista. Pereira, que parece pensar que aún podría bajar a 185 libras con la motivación adecuada, también ha insinuado la idea de un regreso. Luego están Robert Whittaker y Khamzat Chimaev, que se preparan para pelear (o eso nos dicen) en octubre, y el ganador podría tener un fuerte derecho a la próxima oportunidad por el título.
Una cosa que tiene ser un campeón con la costumbre de caminar de puntillas hacia la derrota justo antes de elevarse hacia la victoria es que nunca faltan personas que creen que podrían ser ellas las que finalmente te derroten. Du Plessis tiene garantizado un montón de retadores ansiosos. Pero después de defender con éxito su título contra el peso mediano más dominante de los últimos cinco años, al menos merece tener menos escépticos.
Algunas otras notas sobre UFC 305 desde Perth, Australia…
Adesanya dice que no ha terminado y que no necesita terminarlo. Sí, perdió, pero lució muy bien en varios momentos de esta pelea y claramente todavía puede competir. La pregunta es si quiere seguir haciéndolo en el peso mediano, donde podría ser difícil conseguir más oportunidades por el título, o si vale la pena pensar en subir de categoría para seguir los pasos de Pereira.
Kai Kara-France vuelve a ser uno de esos regalos excepcionales: un finalizador de peso mosca. Necesitaba una victoria urgentemente después de dos derrotas consecutivas, y no tardó mucho en conseguirla. Kara-France derribó a Steve Erceg al final del primer asalto, lo liquidó unos segundos después y ya hablaba de una oportunidad por el título antes de que se le secara el sudor. Puede que primero necesite algo parecido a una racha de victorias, pero no puede estar muy lejos de la realidad.
¿Quién habría pensado que Dan Hooker aún tenía tanta fuerza dentro de él? En cuanto al estilo, Mateusz Gamrot parecía un rival terrible para “The Hangman”. Pero incluso con la cara cortada al final del primer round, Hooker nunca perdió el entusiasmo por esta batalla. Tal vez todavía haya tiempo para que Hooker haga una carrera memorable hacia la cima de la división.
Las cosas no pintan muy bien para Tai Tuivasa. Su derrota ante Jairzinho Rozenstruik supone su quinta derrota consecutiva. Sé que el manual de la UFC dice que nunca se debe cortar a un peleador de peso pesado que te guste, pero en algún momento el tipo tiene que ganar una pelea… ¿no es así?
Carlos Prates es un individuo aterrador. Su pelea inaugural contra Li Jingliang tuvo la sensación de una pelea de exhibición desde el principio, y Prates demostró mucho en menos de 10 minutos de trabajo. Peso welter, tengan cuidado, esa es una mano izquierda que no quieren ver en acción.