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Publicado el 4 de septiembre de 2024 • 2 minutos de lectura
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TEGUCIGALPA (AP) — El jefe de una organización anticorrupción exigió el miércoles la renuncia de la presidenta hondureña Xiomara Castro luego de que se difundiera un video en el que su cuñado supuestamente recibió dinero del narcotráfico.
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“Esta solicitud se fundamenta en las graves acusaciones de narcotráfico que se han presentado contra su familia, a quienes usted ha designado para trabajar en el Estado”, dijo Gabriela Castellanos, directora de la organización no gubernamental Consejo Nacional Anticorrupción, en una carta pública a Castro.
La demanda llega después de una semana difícil para Castro, quien ganó la presidencia gracias a una campaña anticorrupción.
El día antes de enviar la carta, se difundió un vídeo grabado en 2013 que supuestamente mostraba a narcotraficantes actualmente encarcelados en Estados Unidos ofreciendo más de 525.000 dólares al cuñado del presidente y líder del Congreso, Carlos Zelaya.
En este video publicado en una investigación por periodistas de InsightCrime, Zelaya dijo que “la mitad será para el comandante”, refiriéndose a su hermano, el ex presidente Manuel Zelaya, esposo y principal asesor de Castro, quien fue derrocado en un golpe de Estado en 2009.
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El cuñado de Castro, Zelaya, reconoció días antes que se había reunido con el líder de la organización narcotraficante “Los Cachiros”, quien le ofreció apoyar la campaña de su partido ese año; 2013 fue el mismo año en que Castro hizo su primera campaña fallida para la presidencia.
Pero Zelaya dijo a la prensa que desconocía que las personas que asistieron a la reunión estuvieran relacionadas con el narcotráfico.
El cuñado de Castro, Carlos Zelaya, estuvo entre los pocos miembros de la familia que renunciaron a sus cargos en el gobierno después de admitir haberse reunido con un grupo de narcotraficantes en 2013. Zelaya afirmó que no sabía que las personas con las que se reunió eran narcos y negó haber aceptado dinero en ese momento.
“Caí en una trampa, asumo la responsabilidad de mis actos”, dijo Zelaya a la prensa.
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Como resultado de esto, Zelaya y su hijo, ex ministro de Defensa, renunciaron a sus cargos.
Poco antes de la revelación de Zelaya, Castro había derribado un antiguo tratado de extradición entre Honduras y Estados Unidos, lo que analistas y hondureños desilusionados dijeron que no era una coincidencia.
En virtud del tratado, decenas de hondureños acusados de narcotráfico fueron extraditados para enfrentar la justicia en Estados Unidos, incluido el expresidente del país que recientemente fue sentenciado a 45 años de prisión por un tribunal de Nueva York.
El video de Zelaya provocó enojo y frustración en muchos hondureños, quienes cuando eligieron a Castro en 2021 albergaban la esperanza de que ella sería una presidenta diferente a los líderes corruptos que han gobernado durante mucho tiempo la nación centroamericana.
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Pero su popularidad se ha desvanecido lentamente en los últimos años a medida que aumenta la violencia de las pandillas, la economía y el alto desempleo continúan plagando a los hondureños y muchos sienten que no han visto el cambio que se les prometió.
Tras difundirse el video de la reunión de Zelaya con el grupo narco, Castro afirmó en declaraciones por radio y televisión que “fuerzas oscuras” en Honduras y en el exterior estaban trabajando para llevar a cabo un golpe de Estado en su contra.
“El plan para destruir mi gobierno socialista y democrático y las próximas elecciones está en marcha”, afirmó, aunque no ofreció muchos más detalles sobre sus acusaciones.
El analista y ex candidato presidencial Olban Valladares calificó de “absurdas” las afirmaciones de Castro sobre un complot para derrocarla y agregó que Castro “insiste en usar una retórica que ya está desgastada”.
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