La nave espacial Boeing Starliner, que tuvo problemas, será enviada de regreso a la Tierra este viernes por la noche, confirmó la NASA el miércoles.
En una conferencia de prensa previa al reingreso de la nave espacial averiada a nuestra atmósfera, funcionarios del Programa de Tripulación Comercial y de la Estación Espacial Internacional de la NASA dijeron que, si el clima lo permite, la nave espacial no tripulada partirá de la Estación Espacial Internacional (ISS) aproximadamente a las 6:04 pm ET del viernes.
La NASA y Boeing tienen previsto que el sábado aterrice en el campo de misiles White Sands, en Nuevo México, aproximadamente a las 12:03 a. m. Todo marcha según lo previsto para que la nave no tripulada regrese a la Tierra, dijeron, y las tripulaciones han estado ocupadas esta semana empacando la nave y configurándola para su próximo vuelo.
“Ha sido un viaje llegar hasta aquí y estamos emocionados de que Starliner regrese a casa”, dijo el gerente del programa de tripulación comercial de la NASA, Steve Stich.
Anthony Vareha, director de vuelo de la NASA, dijo a los periodistas que la Starliner utilizará ahora un plan de vuelo modificado para adaptarse mejor a una nave sin tripulación; la salida del viernes hará que la Starliner se aleje más de la ISS. Los funcionarios dijeron que 27 de los 28 propulsores de la nave parecen estar funcionando correctamente y esperan un regreso exitoso.
También dijeron que los astronautas han sido cambiados a un programa a largo plazo para mantenerlos felices y saludables en su misión que ahora dura ocho meses, y agregaron que han mejorado sus regímenes de ejercicio y se están enfocando en la aptitud cardiovascular y el entrenamiento de resistencia.
Aunque el enfoque de su misión ha cambiado, “están igualmente dedicados al éxito de los vuelos espaciales humanos en el futuro”, dijo Vareha.
Sus trajes espaciales azules de Boeing regresarán con la cápsula, junto con algunos equipos antiguos de la estación.
Los veteranos astronautas Butch Wilmore y Suni Williams partieron de la Tierra a principios de junio rumbo a la Estación Espacial Internacional y se esperaba que regresaran ocho días después. Sin embargo, el viaje se vio empañado por fallas en los propulsores y fugas de helio, lo que generó dudas sobre la capacidad de la cápsula Starliner para regresar a la Tierra de manera segura y dejó a los astronautas en el espacio durante mucho más tiempo del previsto originalmente.
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El 24 de agosto, la NASA anunció que Williams y Wilmore regresarán a la Tierra en un vehículo SpaceX a principios del próximo año, considerando que los problemas con el sistema de propulsión de Starliner eran demasiado riesgosos para llevar a su primera tripulación a casa.
Para dejarles espacio en el próximo vuelo de SpaceX, la cápsula Dragon despegará con dos astronautas en lugar de los cuatro habituales. La semana pasada, dos de ellos fueron eliminados de la expedición de seis meses, que tiene previsto despegar a finales de septiembre. Boeing tiene que liberar el espacio de estacionamiento para la llegada de SpaceX.
Los astronautas de la NASA Suni Williams, a la izquierda, y Butch Wilmore posan para una foto después de abandonar el edificio de operaciones y control para un viaje a la plataforma de lanzamiento en el Complejo de Lanzamiento Espacial 41 el miércoles 5 de junio de 2024, en Cabo Cañaveral, Florida.
Chris O’Meara/Associated Press
La decisión de la agencia, que ha elegido al principal rival espacial de Boeing para que envíe de regreso a los astronautas, es una de las más importantes de la NASA en años. Boeing esperaba que la misión de prueba redimiera al programa Starliner después de años de problemas de desarrollo y más de 2.100 millones de dólares en sobrecostes presupuestarios desde 2016.
Boeing también tiene problemas de calidad en la producción de aviones comerciales, sus productos más importantes.
El lanzamiento de Starliner en junio marcó una misión de prueba de alto riesgo necesaria antes de que la NASA pudiera certificar la nave espacial para vuelos rutinarios de astronautas.
Los astronautas de la NASA Suni Williams y Butch Wilmore realizan su histórico viaje en el CST-100 Starliner de Boeing en su primer vuelo espacial humano el miércoles 5 de junio de 2024, desde el Complejo de Lanzamiento Espacial 41 de la Estación de la Fuerza Espacial de Cabo Cañaveral.
Ricardo Ramírez Buxeda/Orlando Sentinel/Tribune News Service vía Getty Images
Pero el sistema de propulsión de Starliner sufrió una serie de fallos a partir de las primeras 24 horas de vuelo a la ISS, lo que desencadenó meses de retrasos en cadena. Cinco de sus 28 propulsores fallaron y se produjeron varias fugas de helio, que se utiliza para presurizar los propulsores.
En julio, Williams y Wilmore aparecieron en una transmisión en vivo organizada por la NASA desde la ISS y dijeron que estaban seguros de que la Starliner los llevaría a casa sanos y salvos. También dijeron que estaban felices de pasar más tiempo en el espacio y que estaban ocupados ayudando a la tripulación de la ISS y realizando varios experimentos y pruebas mientras estaban en órbita.
Wilmore dijo durante la transmisión en vivo que se embarcaron en la misión sabiendo que habría problemas y señaló: “Este es el mundo de las pruebas. Es un negocio difícil”.
“Los vuelos espaciales tripulados no son fáciles en ningún régimen, y ha habido múltiples problemas con cada nave espacial que se ha diseñado, y esa es la naturaleza de lo que hacemos”, dijo Wilmore. “Ya conocen ese mantra: ‘El fracaso no es una opción’”.
Los últimos problemas en vuelo siguen a años de otros desafíos que Boeing enfrentó con Starliner, incluida una falla en una prueba sin tripulación en 2019, donde docenas de fallas de software, problemas de diseño y problemas de gestión anularon su capacidad para acoplarse a la ISS.
Una prueba no tripulada repetida en 2022 tuvo un acoplamiento exitoso, pero descubrió problemas de software adicionales y problemas con algunos de los propulsores de la cápsula.
Ávida de contar con servicios competitivos y opciones de respaldo, la NASA contrató a SpaceX y Boeing para transportar astronautas hacia y desde la estación espacial después de que los transbordadores se retiraran en 2011.
El primer vuelo con astronautas de SpaceX fue en 2020. Boeing tuvo tantos problemas en su vuelo de prueba inicial sin tripulación en 2019 que se ordenó repetirlo. Luego surgieron más problemas, que le costaron a la compañía más de mil millones de dólares solucionar antes de volar finalmente con astronautas a bordo.
— Con archivos de Reuters y The Associated Press
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