Houston, tenemos un problema.
La misión Crew-9 de SpaceX a la Estación Espacial Internacional (ISS) se está retrasando significativamente, y todo se debe a la nave espacial Starliner, plagada de problemas, que está ocupando espacio de atraque y aún no tiene un plan concreto para regresar a la Tierra.
Los veteranos astronautas que volaron a la órbita en la nave construida por Boeing siguen esperando noticias sobre cuándo y cómo la NASA y la compañía planean traerlos a casa. Butch Wilmore y Suni Williams han estado en el espacio durante 63 días, casi dos meses más de lo esperado, y no hay una fecha clara de regreso a la vista.
La NASA anunció el martes que el vuelo de la Crew-9 se ha pospuesto hasta el 24 de septiembre, después de estar originalmente programado para despegar el 18 de agosto.
“Este ajuste permite más tiempo para que los administradores de la misión finalicen la planificación del regreso de la prueba de vuelo tripulado de Boeing de la agencia, actualmente acoplada al laboratorio en órbita”, dijo la NASA en una actualización esta semana.
El Starliner se lanzó el 5 de junio en su primera misión con astronautas y estaba previsto que permaneciera durante una semana en la ISS.
La fecha de regreso ya pasó hace mucho tiempo, y la nave espacial permanece allí arriba después de que se identificaran múltiples problemas en su camino a la estación espacial en órbita.
Tanto la NASA como Boeing dicen que han estado trabajando arduamente para determinar si pueden regresar de manera segura a los astronautas a nuestro planeta y cuándo, aunque sus garantías de que todo está bien tienen menos peso ante el público a medida que pasa el tiempo.
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El miércoles, la NASA dijo a los periodistas que continúa explorando varias opciones de contingencia, que incluyen mantener a Williams y Wilmore en la ISS durante seis meses más y regresarlos a casa el próximo año en el vehículo Crew Dragon de SpaceX.
Steve Stich, gerente del Programa de Tripulación Comercial de la NASA, dijo en la conferencia de prensa que el trabajo para comprender las fugas de helio de la nave y los problemas de propulsión ha resultado en desacuerdos dentro de la agencia sobre qué tan seguro es intentar traer a los astronautas a casa a bordo del Starliner.
“Yo diría que nuestras posibilidades de un regreso sin tripulación de Starliner han aumentado un poco en función de cómo han ido las cosas en la última semana o dos”, dijo Ken Bowersox, administrador asociado de la Dirección de Misiones de Operaciones Espaciales de la NASA, en la misma conferencia el miércoles.
“Pero, una vez más, si llegan nuevos datos, nuevos análisis, diferentes debates, podríamos encontrarnos cambiando de dirección”.
El lanzamiento de Starliner en junio marcó una misión de prueba de alto riesgo necesaria antes de que la NASA pueda certificar la nave espacial para vuelos rutinarios de astronautas.
En julio, Williams y Wilmore aparecieron en una transmisión en vivo organizada por la NASA desde la ISS y dijeron que estaban seguros de que la Starliner los llevaría a casa sanos y salvos. También dijeron que estaban felices de pasar más tiempo en el espacio y que estaban ocupados ayudando a la tripulación de la ISS y realizando varios experimentos y pruebas mientras estaban en órbita.
Wilmore dijo durante la transmisión en vivo que se embarcaron en la misión sabiendo que habría problemas y dijo: “Este es el mundo de las pruebas. Es un negocio difícil”.
“Los vuelos espaciales tripulados no son fáciles en ningún régimen, y ha habido múltiples problemas con cada nave espacial que se ha diseñado, y esa es la naturaleza de lo que hacemos”, dijo Wilmore. “Ya conocen ese mantra: ‘El fracaso no es una opción’”.
A pesar de estar atrapados en el espacio durante mucho más tiempo de lo planeado, los astronautas parecen estar de buen ánimo.
NASA
Desde el principio, el proyecto Starliner ha superado enormemente el presupuesto previsto y ha estado plagado de contratiempos y retrasos. Y desde el despegue, la cápsula ha tenido cinco fugas de helio, cinco propulsores de maniobra dejaron de funcionar y una válvula de propulsión falló casi por completo, lo que llevó a la tripulación en el espacio y a los directores de la misión en Houston a dedicar más tiempo del esperado a buscar soluciones a mitad de la misión.
Los últimos problemas en vuelo siguen a años de otros desafíos que Boeing enfrentó con Starliner, incluida una falla en una prueba sin tripulación en 2019, donde docenas de fallas de software, problemas de diseño y problemas de gestión anularon su capacidad para acoplarse a la ISS.
Una prueba no tripulada repetida en 2022 tuvo un acoplamiento exitoso, pero descubrió problemas de software adicionales y problemas con algunos de los propulsores de la cápsula.
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