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23 Sep 2024, Mon


En un emocionante giro de los acontecimientos durante el tercer y último ODI entre Afganistán y Sudáfrica el 22 de septiembre de 2024, el afgano Rahmat Shah sufrió una de las eliminaciones más desafortunadas del cricket: una extraña carrera por doble desvío. Esta notable eliminación tuvo lugar en Sharjah, con Afganistán bateando primero en una serie ya decidida. Si bien Afganistán había sellado la serie con victorias en los dos primeros partidos, este extraño momento agregó dramatismo a un partido de desempate que de otro modo estaría muerto.

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El planteamiento: el sólido comienzo de Afganistán

Afganistán comenzó sus entradas con un ritmo constante, con los abridores Rahmanullah Gurbaz y Abdul Malik negociando con cautela el ataque inicial de bolos de Sudáfrica. Lungi Ngidi, que había sido fundamental para los Proteas en partidos anteriores, lanzó una línea de prueba, poniendo a prueba la paciencia de los bateadores afganos. En el séptimo over, Ngidi atrapó a Abdul Malik LBW, rompiendo el impulso inicial y llevando a Rahmat Shah al pliegue.

Rahmat, un veterano del orden medio de Afganistán, apenas se había instalado cuando el destino intervino de la manera más extraña. Lo que siguió en el noveno over no solo fue inusual, sino que dejó atónitos a espectadores y jugadores por igual, consolidándose como uno de los momentos más comentados del juego.

La doble desviación: cómo se desarrolló

En el quinto lanzamiento del noveno over, Rahmanullah Gurbaz intentó golpear la pelota de Ngidi directamente al suelo. Si bien parecía un tiro de rutina, lo que sucedió a continuación fue todo menos normal. Ngidi, en un esfuerzo por atrapar la pelota de su propio lanzamiento, extendió la mano pero no logró atraparla limpiamente. La pelota se desvió en su mano extendida hacia su derecha, donde Rahmat Shah, el no atacante, ya había dado unos pasos fuera de su pliegue.

La pelota rebotó en el hombro de Rahmat cuando intentaba volver a ponerse a salvo. En un extraño giro de los acontecimientos, la pelota, después de golpear a Rahmat, cambió de dirección una vez más y rodó hacia los tocones en el extremo del no atacante. Como Ngidi ya había tocado la pelota, Rahmat fue considerado out de acuerdo con las reglas del juego, dejando al bateador afgano indefenso, lejos de su terreno.

Este incidente tuvo matices de la memorable expulsión de Andrew Symonds en 2006 contra Sri Lanka, donde la pelota golpeó al no delantero Michael Clarke antes de ser atrapada por un fildeador. Sin embargo, la expulsión de Rahmat tuvo una capa adicional de complejidad, con dos desvíos que llevaron a su caída.

¿La peor manera de salir?

En el cricket, hay pocas cosas más frustrantes para un bateador que ser eliminado, especialmente cuando no ha hecho nada malo. La expulsión de Rahmat Shah pasará a la historia como una de las más desafortunadas y extrañas en la historia reciente del cricket. Ser eliminado a menudo se considera un error de juicio o falta de comunicación, pero esta vez, fue puramente el resultado de la mala suerte y una cadena de eventos imprevisibles.

Los aficionados utilizaron las redes sociales para expresar su sorpresa y su diversión por la naturaleza extraña de la expulsión, y muchos la describieron como “la peor manera de salir”. Incluso los propios compañeros de equipo de Rahmat apenas podían creer lo que habían presenciado. Este momento seguramente se repetirá en los videos de momentos destacados durante los próximos años, uniéndose a las filas de las expulsiones más inusuales del cricket.

Análisis perspicaz: las leyes y el factor suerte

Según las leyes del cricket, la expulsión de Rahmat Shah se ajustó por completo a las reglas. Dado que Ngidi había hecho contacto con la pelota antes de que esta golpeara al jugador que no estaba en la posición de bateador, el árbitro actuó correctamente al declarar out a Rahmat. Sin embargo, esto pone de relieve una de las reglas más oscuras del cricket y nos recuerda la naturaleza impredecible del juego.

Si bien algunos podrían argumentar que este tipo de incidentes le agregan encanto al cricket, otros creen que subrayan la crueldad del juego. Un bateador puede batear durante horas, evitar todas las trampas que le ponen los lanzadores y, aun así, ser víctima de un momento de pura mala suerte. El hecho de que Rahmat Shah haya dejado fuera de la cancha sirve como un humilde recordatorio de que el cricket no es solo una cuestión de habilidad, sino también de lidiar con lo inesperado.

Las dificultades de Afganistán para batear

Tras la desafortunada salida de Rahmat, las entradas de Afganistán nunca se recuperaron del todo. Si bien Gurbaz siguió siendo el ancla de un extremo, el resto del orden de bateo no logró establecer asociaciones duraderas. Los lanzadores de Sudáfrica, animados por el avance inicial, reforzaron su control del juego, explotando las vulnerabilidades de Afganistán.

El ataque de bolos de los Proteas, liderado por Ngidi y apoyado por Rabada y Shamsi, limitó a Afganistán a un total por debajo del par, que los bateadores sudafricanos alcanzaron con relativa facilidad. A pesar de la derrota en la serie, Sudáfrica salvó algo de orgullo con una victoria de consolación.





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