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Keir Starmer se dirige a Estados Unidos para su tercer viaje en tres meses, con asistentes presionando para reunirse con los candidatos presidenciales Kamala Harris y Donald Trump.
Después de su discurso en la conferencia laborista, el primer ministro se dirigió a la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York, donde el presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, presionará para lograr un acuerdo sobre el uso de misiles Storm Shadow contra Rusia.
Se espera que Zelenskyy se reúna con Harris y Trump durante su visita a Estados Unidos como parte de los esfuerzos para presentar un “plan de victoria” que trace un camino para derrotar a Vladimir Putin.
Starmer no ha logrado reunirse con ninguno de los candidatos presidenciales en viajes anteriores porque sus agendas no coinciden. El martes, el número 10 no quiso revelar si había tiempo disponible para las reuniones.
El primer ministro británico pronunciará un discurso en la cumbre de la ONU el jueves, argumentando que asumir un liderazgo internacional en materia de guerra, cambio climático y pobreza impedirá que cuestiones como los “flujos migratorios a una escala sin precedentes” “reboten” en el Reino Unido.
El viaje de Starmer se produce mientras continúan las negociaciones con la Casa Blanca para permitir que Ucrania utilice armas de largo alcance en territorio ruso. David Lammy, el ministro de Asuntos Exteriores del Reino Unido, afirmó esta semana que era hora de tener “valentía y coraje” para permitir un cambio de política.
Se espera que Zelensky se reúna con el presidente estadounidense, Joe Biden, así como con los candidatos presidenciales, mientras presiona para que se permitan los misiles Storm Shadow, habiendo dicho que este otoño “determinará el futuro de esta guerra”.
El Reino Unido ha estado abogando por que Estados Unidos aumente su apoyo a Ucrania permitiendo el uso de los Storm Shadows, pero la visita de Starmer a Washington para ver a Biden a principios de este mes no resolvió los puntos conflictivos sobre el uso de las armas de fabricación británica y francesa, que también dependen de tecnología estadounidense.
Incluso si se logra un avance en las conversaciones esta semana, es poco probable que se anuncien decisiones sobre los misiles en la cumbre de esta semana.
Mientras continúan las conversaciones diplomáticas, el equipo de Starmer ha estado presionando para reunirse con Harris, la candidata demócrata, y Trump, el candidato republicano.
Se espera que Harris se reúna con Zelensky el jueves en Washington. La Casa Blanca ha dicho que “discutirán el estado de la guerra entre Rusia y Ucrania, incluida la planificación estratégica de Ucrania y el apoyo de Estados Unidos a Ucrania en su defensa contra la agresión rusa”.
Trump estará en un mitin en Carolina del Norte el día anterior y ha dicho que “probablemente” se reunirá con Zelenski durante el viaje, a pesar de sus críticas al apoyo financiero de Estados Unidos a Ucrania. Se entiende que el equipo de Starmer se muestra reacio a que se reúna con un candidato pero no con el otro.
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Se espera que Starmer mantenga reuniones bilaterales con varios líderes mundiales y también se reúna con jefes ejecutivos durante su visita de dos días a Nueva York.
En un discurso ante la Asamblea General de la ONU el jueves, expondrá sus prioridades internacionales para ayudar a resolver problemas globales como la guerra, la pobreza y la crisis climática, argumentando que esto ayudará a construir un Reino Unido más seguro y próspero.
Dirá: “Estamos devolviendo al Reino Unido a un liderazgo global responsable. Este es el momento de reafirmar los principios fundamentales y nuestra voluntad de defenderlos. De renovar nuestro compromiso con la ONU, con el internacionalismo y con el Estado de derecho.
“Porque sé que esto es importante para el pueblo británico. La guerra, la pobreza y el cambio climático repercuten en nosotros en nuestro país. Nos hacen menos seguros, dañan nuestra economía y generan flujos migratorios a una escala sin precedentes”.
Y añadió: “Los británicos están más seguros y más prósperos cuando trabajamos a nivel internacional para resolver estos problemas, en lugar de limitarnos a intentar controlar sus efectos. Por tanto, el liderazgo global responsable que ejerceremos redundará indudablemente en nuestro propio interés”.