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No es ninguna novedad que los jóvenes estén más a la izquierda del espectro político que las generaciones mayores.
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De particular interés ahora es que el movimiento hacia la izquierda es más desproporcionado entre las mujeres jóvenes que entre los hombres jóvenes.
Como nación, Estados Unidos debería saber que esto está sucediendo y tratar de entender por qué.
Las mujeres, tradicionalmente, han sido la influencia cultural estabilizadora en tiempos caóticos. Son las mujeres quienes han traído hijos al mundo y los han criado cuando los hombres no han sido padres ni cabezas de familia confiables.
Pero consideremos los datos de una encuesta reciente de Pew Research.
Según la encuesta, nuestros jóvenes son menos propensos que las generaciones anteriores a casarse y tener hijos.
Entre las personas de entre 18 y 24 años, el 7% están casados ahora, en comparación con el 18% en el mismo grupo de edad hace 20 años, en 1993.
En el grupo de edad de 25 a 29 años, el 29% están casados actualmente, en comparación con el 50% en el mismo grupo de edad en 1993.
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Sin embargo, en esta encuesta, cuando se preguntó a jóvenes solteros del grupo de edad de 18 a 34 años si querían casarse algún día, el 72% de los hombres dijeron que sí y el 69% de las mujeres dijeron que sí.
Cuando preguntaron a las personas de entre 18 y 34 años que no tenían hijos si querían tener hijos algún día, el 57% de los hombres dijeron que sí y el 45% de las mujeres dijeron que sí.
Casarse, tener hijos y formar una familia reflejan valores personales. Así que, junto con estas tendencias en el matrimonio y los hijos, no sorprende que encontremos resultados en una encuesta realizada en el American Enterprise Institute con el titular “Las mujeres jóvenes están abandonando la iglesia en cifras sin precedentes”.
Según esta encuesta, el 54% de los adultos de la Generación Z (nacidos entre 1997 y 2012) que abandonaron su religión eran mujeres; El 46% eran hombres.
La desafiliación de la religión siempre ha sido mayor entre los hombres que entre las mujeres. La misma encuesta informa lo siguiente entre los adultos jóvenes que abandonan la religión: Millennials (nacidos entre 1981 y 1996), 53% hombres frente a 47% mujeres; Generación X (nacidos entre 1965 y 1980), 55% hombres frente a 45% mujeres; Baby Boomers (nacidos entre 1955 y 1964), 57% hombres frente a 43% mujeres.
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¿Qué está impulsando el cambio hacia que más mujeres jóvenes se desafilien de la religión que hombres jóvenes?
Según la misma encuesta, el 61% de las mujeres de la Generación Z se identifican como “feministas”. Y el 65% de las mujeres entre 18 y 29 años no están de acuerdo con la afirmación “la mayoría de las iglesias y congregaciones religiosas tratan a hombres y mujeres por igual”.
Todo esto no tiene consecuencias sorprendentes en la arena política.
Una nueva encuesta de Gallup informa que el porcentaje promedio de mujeres de entre 18 y 29 años que se identificaron como “liberales/muy liberales” durante el período 2017-2024 fue del 40%. El mismo grupo de edad de mujeres durante el período 2001-2007 que se identificaba como “liberal/muy liberal” era el 28%. Así, el porcentaje de mujeres que se identifican como liberales/muy liberales aumentó 12 puntos.
Sin embargo, durante los mismos períodos, no hubo cambios en el porcentaje de hombres entre 18 y 29 años que se identificaron como “liberales/muy liberales”. De 2001 a 2017 fue del 25% y de 2017 a 2024 fue del 25%.
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La diferencia en el porcentaje de mujeres que se identifican como liberales/muy liberales en comparación con los hombres aumentó de 3 puntos en el período 2001-2007 a 15 puntos en el período 2017-2024.
En esa misma encuesta de Gallup, el porcentaje de mujeres que dijeron que “el aborto debería ser legal en cualquier circunstancia o en casi todas” aumentó 18 puntos en los dos períodos. El porcentaje que dijo que se debe priorizar el medio ambiente sobre el crecimiento económico aumentó 19 puntos.
Sin embargo, el porcentaje de mujeres jóvenes que dijeron estar preocupadas por la disponibilidad y asequibilidad de la energía disminuyó 11 puntos en los dos períodos; el porcentaje que dijo estar preocupado por el gasto y los déficits federales disminuyó 14 puntos; y preocupado por la economía bajó 16 puntos.
El relativismo moral y el hedonismo de la cultura moderna se han arraigado con más fuerza en nuestras mujeres jóvenes que entre nuestros hombres jóvenes.
No apunta a un futuro saludable para nuestra nación y nos corresponde tratar de comprender qué está impulsando esta tendencia para hacer algo al respecto.
Star Parker es presidente del Centro de Educación y Renovación Urbana
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