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Si se rompe el Google Pixel Watch (ya sea el reloj inteligente de primera generación de 2022 o el último modelo lanzado a principios de este mes), no hay forma de repararlo a través de los canales oficiales. En cambio, si presentas una reclamación de garantía con éxito, Google te enviará una unidad de reemplazo en lugar de reparar tu modelo. Esta falta de capacidad de reparación pone de relieve la inexperiencia de la empresa en el ámbito de los relojes inteligentes. Puedes llevar un Apple Watch roto a Apple para reparar el cristal agrietado o sustituir la batería, y lo mismo ocurre con los relojes Galaxy de Samsung.
Sin embargo, hay buenas noticias. En un panel de la Semana del Clima de Nueva York centrado en la tecnología reparable, organizado por Back Market y moderado por One5c, Nicole Azores, gerente de Asuntos Gubernamentales y Políticas Públicas de Google, dijo el martes que la empresa está pensando en el diseño del Pixel Watch para que sea más reparable.
“Los relojes y los wearables son todavía bastante incipientes y estamos pensando en cómo hacer que sean reparables”, dijo Azores en el panel. “Estamos pensando en la reparabilidad a una escala más amplia, no solo en teléfonos y tabletas, y queremos asegurarnos de que todos nuestros productos eventualmente sean reparables. Creo que los relojes son una categoría tan nueva, y hay algunos elementos de diseño que deben considerarse a la hora de hacerlos reparables”.
¿Cuando puedes arreglarlo?
Azores no proporcionó ninguna información adicional, ni siquiera un cronograma. Los productos de tecnología de consumo suelen tener un tiempo de desarrollo de dos a tres años. Pero no está claro si este marco más reparable aparecerá en el Pixel Watch 4 el próximo año o incluso más tarde. Google ha mantenido el mismo diseño para su Pixel Watch durante las últimas tres generaciones, aunque el Pixel Watch 3 se lanzó en dos tamaños por primera vez.
Esta es la primera vez que la empresa comenta públicamente la irreparabilidad de su reloj inteligente. Hasta ahora, los representantes de Google normalmente han dicho que la empresa no tiene nada que decir cuando se plantean problemas de reparación.
El Pixel Watch es un recién llegado al mundo de los relojes inteligentes, pero el software que ejecuta, Wear OS, existe desde hace una década (antes llamado Android Wear). Google administraba el sistema operativo, mientras que fabricantes como Fossil y LG fabricaban ellos mismos los relojes inteligentes. Eso cambió en 2022, cuando Google lanzó su propio reloj inteligente, luego de su esfuerzo por impulsar la plataforma en decadencia junto con Samsung y Fitbit.
Según se informa, Google capturó el 8 por ciento de la participación de mercado de las pulseras wearables en el cuarto trimestre de 2022, el período en el que se lanzó el primer Pixel Watch. El grupo de investigación Canalys afirma que la compañía envió 880.000 Pixel Watches en ese período (el resto son dispositivos Fitbit).
Sólo el punto de partida
La falta de capacidad de reparación condenará a muchos de estos relojes a convertirse en residuos electrónicos y a terminar en vertederos, que según un reciente informe de la ONU sobre el clima ya han alcanzado un punto crítico. En 2022, había alrededor de 62.000 millones de kilos de residuos electrónicos, y menos de una cuarta parte se recicló. Para 2030, se espera que los residuos electrónicos crezcan un 33%, superando la tasa de reciclaje.
Hay esfuerzos en curso para hacer cumplir la reparabilidad en la tecnología. El año pasado, la Unión Europea aprobó regulaciones que requieren que los teléfonos inteligentes y las tabletas tengan baterías de mayor duración o métodos más fáciles para que los usuarios reemplacen las baterías utilizando herramientas comunes a partir de junio de 2025. Si bien no tiene que cumplir con esta legislación, el nuevo iPhone 16 de Apple estrenó un nuevo adhesivo que hace que la batería del interior sea más fácil de quitar.
Ya sea en el Pixel Watch 4 o en el Pixel Watch 5, este cambio de diseño es una victoria para los consumidores. Ahora Google debe centrarse en mejorar la capacidad de reparación de los wearables de Fitbit. A pesar de la prevalencia de sus monitores, la empresa no cuenta con ningún centro de reparación al que enviar el dispositivo para que lo arreglen.