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Ya hemos escrito anteriormente en HuffPost UK sobre cómo marcas como Haribo y Marmite hacen referencia disimuladamente a sus orígenes.
Otros, como Bisto y HobNob, tienen que ver con algunas de las cualidades del producto.
Al parecer, el branding puede tener muchos más huevos de Pascua de lo que pensaba.
Entonces comencé a preguntarme qué significaban las iniciales “TUC” en esas galletas de paquete amarillo, y me sorprendieron bastante los resultados que encontré, que no tenían absolutamente nada que ver con el producto.
¿Qué significa TUC?
Según Mondelēz International, actual propietario de la marca, el inventor del alimento la eligió después de hojear un periódico.
Las galletas TUC fueron creadas en 1958 por el propietario de una empresa de confitería, el Sr. Parein, quien había viajado a Estados Unidos para aprender sobre las galletas saladas.
Cuando regresó a su país natal, Bélgica, comenzó a pensar en lo que llamaría su propia marca de bocadillos salados.
“Se dice que decidió usar las iniciales TUC después de ver el nombre “Corporación Sindical” en un periódico”, se lee en el sitio de Mondelēz International.
Los TUC fueron luego vendidos por la empresa Parien a la empresa francesa de galletas LU.
A principios del siglo XX, LU ofrecía beneficios como atención médica gratuita y un fondo de emergencia para enfermedades, según compartió Google Arts & Culture.
Pero en aquella época, “los sindicatos estaban prohibidos. Un intento de sindicalización provocó el despido de unos 60 trabajadores de la fábrica”, añaden.
¿Cuando se inventaron las galletas?
Las galletas finas y saladas que conocemos como crackers se registraron por primera vez en Estados Unidos en 1739, escribe el Wall Street Journal.
Pero añaden que los antiguos soldados romanos llevaban consigo en sus viajes una galleta dura llamada bucellatum porque podía sobrevivir en condiciones duras.
La gente del antiguo Medio Oriente también horneaba panes planos pequeños y duros para llevar como alimento ligero cuando viajaban.
El “hardtack”, un alimento duro de masticar a base de harina y agua que a menudo se asocia con operaciones militares o navales, también puede haber sido un predecesor.
Independientemente del tiempo que hayan existido, hubo que esperar hasta 1898 para que una empresa ingeniosamente llamada Uneeda Biscuit se diera cuenta de que envasarlos en cajas, en lugar de apilarlos en un barril, era una práctica más higiénica.