Tu apoyo nos ayuda a contar la historia.
Como su corresponsal en la Casa Blanca, hago las preguntas difíciles y busco las respuestas que importan.
Su apoyo me permite estar presente en la sala, presionando por la transparencia y la rendición de cuentas. Sin sus contribuciones, no tendríamos los recursos para desafiar a quienes están en el poder.
Su donación nos permite seguir realizando este importante trabajo, manteniéndolo informado en cada paso del camino hacia las elecciones de noviembre.
Andrew Feinberg
Corresponsal de la Casa Blanca
Los trabajadores que estaban renovando una valla cerca de una histórica catedral en Polonia encontraron los restos de dos niños medievales, uno de los cuales muestra signos de un “entierro vampírico”.
La creencia en el vampirismo prevalecía en Europa del Este durante la Edad Media y las personas sospechosas de ser vampiros eran enterradas según costumbres especiales.
Algunos de los “niños vampiros” medievales descubiertos en excavaciones anteriores fueron enterrados con un candado atado al pie, lo que indica que la gente temía que los muertos pudieran volver a la vida. En otros casos, los cuerpos de los presuntos “vampiros” fueron encontrados desmembrados, lastrados o perforados con objetos afilados como estacas.
El último hallazgo data de principios de la Edad Media y al menos uno de los niños mostró evidencia “sin lugar a dudas” de un “entierro vampírico”, según el Conservador de Monumentos del Voivodato de Lublin de Polonia.
El análisis de sedimentos y la datación de la cerámica encontrada alrededor del lugar del entierro indican que los niños vivieron alrededor del siglo XIII.
Las creencias supersticiosas prevalecieron durante la Edad Media y la gente frecuentemente relacionaba enfermedades y condiciones médicas con causas sobrenaturales como el vampirismo o la posesión demoníaca.
Investigaciones anteriores han revelado que muchos casos de personas sospechosas de ser vampiros durante esta época padecían tuberculosis.
Se descubrió que las fosas estaban excavadas en suelo de yeso y que los muertos habían sido enterrados sin ataúdes ni los elementos funerarios habituales.
Los esqueletos estaban dispuestos en dirección este-oeste con los cráneos orientados hacia el oeste, dos tradiciones comunes en la época.
La cabeza de uno de los niños fallecidos fue encontrada separada del torso con el cráneo girado hacia el interior de la fosa, de modo que quedó mirando hacia el suelo, dijeron los investigadores.
También había piedras colocadas sobre el torso del difunto, dijo el arqueólogo Stanisław Gołub.
El entierro también apareció marcado con dos postes provenientes del este y del oeste, como lo indican los pozos conservados.
“El entierro boca abajo, el corte de la cabeza o la presión sobre el cuerpo con una piedra o piedras son algunos de los métodos de enterramiento utilizados para evitar que una persona considerada una criatura demoníaca escape de la tumba”, dijeron los investigadores.
Los arqueólogos aún tienen que determinar detalles específicos sobre los niños enterrados, incluido su género, edad y causas de muerte.
Esperan que un análisis más profundo de los esqueletos pueda revelar información adicional sobre este descubrimiento único.